Culpa

El vómito, el pus, los mocos, son todas reacciones fisiológicas en defensa del cuerpo de agentes extraños o nocivos para la salud.
A nadie le agrada ninguna de estos fluidos. Resultan antiestéticos y molestos, pero su presencia significa un correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunológico.

La culpa es exactamente lo mismo: una reacción a un comportamiento erróneo, que quiebra nuestra ética y nos conduce a actitudes que no compartimos.
La culpa es un autocastigo de nuestro superyo.

Pero ¿Por qué llegamos a actuar de formas que no respetamos y no tenemos un freno antes? Podemos acusar a la imperfección humana, podemos culpar a la desesperación, al alcohol, a la saturación. Pero si bien hay factores que guíen nuestro compartamiento, no hay justificaciones. Y ahí, del arrepentimiento surge este ahogue al chocarnos con nuestros errores.

Supongo que la culpa si bien se siente horrible, es una garantía de no cometer una infracción. El problema es cuando no es así. Cuando la culpa no es lo suficientemente torturante como para evitar el error.

A veces es mas fácil perdonar cuando alguien mas lastima. No hay que hacerse cargo de nada, solamente sufrir por haber sido lastimados y esperar que el rencor no nos domine. Pero cuando uno es el que falló es peor que cualquier enojo y fastidio.

Perdonarse a uno mismo es la tarea mas difícil, no se si es para sentirse menos horrible con uno mismo, pero supongo que lo importante es aprender de uno mismo y no reincidir.

Si, confieso: no soy perfecta e hice algo de lo cual me siento no solo nada orgullosa, sino avergonzada y humillada por mi falta de auto control. Pero juro que la culpa me lastima físicamente y no soporto esta angustia. Si de algo sirve, estoy recibiendo mi merecido.

Perdón.