martes, 9 de febrero de 2010

Noche y Niebla

Cada mañana se me conceden 4 segundos de paz donde la somnolencia y la confusión opacan mi vista. Después ahí esta... Clavado como un puñal en el medio de los ojos que se extiende con un dolor punzante hacia mis dedos, hacia la boca de mi estómago.

Por esto es que cada noche, no importa cuanto me pesen los párpados, fuerzo al insomnio a reaparecer. Planeo y pienso y planeo y pienso y planeo y pienso, evitando dormir para evitar despertar... Evitar ese instante... Me concentro, me obligo a pensar y planear una y otra vez como hacer que esto me haga crecer en vez de matarme. Pero la ansiedad va en aumento y solamente gano distraerme unas horas. Pero todo tiene su precio y mi cabeza hierve.

Las tardes son de racionalizaciones. De explicar y explicarme porque esta bien esto. Llego a un estado zen de comprención de mi mundo actual, pero espiritualmente no me logro satisfacer y me muero en silencio ignorando el dolor que me acosa sin culpa.

Para el anochecer ya no siento nada y siento todo a la vez: deseo de volver a otros momentos, de desaparecer, de inmolarme, de adorarme.

Y nunca pero no NUNCA pierdo el miedo de que me olvides....... Se que el tiempo te va a ayudar a hacerlo y que no hay nada que pueda hacer al respecto, porque es lo debido. Pero me hace mal, me detiene de todo, me detiene del tiempo....... No puedo convivir con la idea volverme una nube de humo gris, un recuerdo.

Es una montaña rusa a la que nunca me querría subir.
Me preguntan como puedo soportarlo y no se cómo responder, porque no lo soporto y no tengo opción

1 comentario:

  1. 1- comprension va con S
    2- yo siento exactamente lo mismo + odio a mi mismo

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