¿Qué podría ser peor? Eso no me arregla...

Con vos me podía comer el mundo sin miedo ni culpa, pasé un año sin tregua, y ahí te tenía como guardián de mi sanitud.
Y ahora no hay nada que pueda aplacar esta necesidad que me carcome de compartir tu cama, de ocuparme de tu condenado baño, de sacarte sonrisas, de pelearte y de arreglarme hasta último minuto antes de llegar a Mitre para que me recibas con toda esa dulzura.
¿Qué podría ser peor? Si me abrí dejandote entrar hasta la médula y deseche un pasado sin mirar de reojo siquiera, si te hice partícipe de mi paz y me dejas revolucionada y conflictuada.
Puedo hacer todo por mi... Hago todo por mi... Soy una fortaleza de titanio, y aún así seguís haciendo estragos con tu maquina de asedio y rompes mi cervical con una alabarda.
Y dudo mucho de tu dolor, dudo mucho de tu nostalgia, dudo mucho de tu amor... Cada día que pasa entiendo que sos más felíz sin mi. Y eso me deja sin fuerzas