Si hay algo con lo que nunca tuve problemas, es con las bicicletas. Aprendí a andar en una a la dulce edad de 3 años, y para los 4 ya no usaba las rueditas, gracias a mi abuelo Jorge. Varonera como era, me acuerdo todavía volver con los codos y rodillas pelados, sin decir nadapara evitar el ardor del Merthiolate.
PERO HOY fui con mis nuevos patines al velódromo de Lanús. En cuanto me subo a la pista, voy por el lado de la izquierda y me pasan por atrás 3 ciclistas y veo que me hacen gestos para que me corra.
Los ignoré olímpicamente: ellos venían por atrás y ellos son los que tienen que correrse si hay alguien adelante.
Después de que otras 5 personas me insultaran, les doy el gusto y me voy hacia la derecha. Pero a los 10 metros 3 nuevos ciclistas vuelven a arremeterme a gritos. Me quito los auriculares y una señora que iba caminando me dice "andate para el otro lado, te van a matar acá". Le respondo "y pero no se que hacer, me acaban de gritar por estar del lado de la izquierda".
A los 500 metros una horda de ciclistas me insulta a coro. Finalmente se baja uno y me explica "Por las curvas cerradas venimos muy rápido y te vamos a lastimar, anda contra el tránsito y por donde van los que caminan y corren". Perodonde me pedía que vaya hormigón está comido y el relieve que me hace perder la estabilidad. PERO BUENO, le hice caso.
En el trayecto de un kilómetro me encontré con: ciclistas profesionales que querían ir por esa mano, ciclistas por hobbie que no querían estar cerca de ellos, ciclistas amateur que tienen miedo de ir por las curvas cerradas. Todos ellos queriendo MI carril.
Lo peor de todo es que los profesionales no le decían nada a los de hobbie pero si a mi, por lo cual llegue a una conclusión: son unos nazis de la bicicleta.
Simplemente no les gustaba que este en un rodado distinto al de ellos.
Kilómetro mas adelante el grupo profesional me grita "¡¿OTRA VEZ!?" a lo que respondo con un poderoso "¡¡¡SON UNOS GILES!!!".
Me frustro y me acerco a un chico a ver si me aclaraba por DÓNDE CARAJOS TENIA QUE IR. El pobre me dijo que él se resignó a caminar porque estos que se creían Pablo Urtasun lo volvían loco.
Lo despido y sigo mi camino.
Al final estuve 45 minutos frustrada de que no importaba por donde fuera, siempre había alguien que me insultara. Me voy con la cabeza gacha y a la salida me alcanza un hombre de los profesionales.
- Te quiero pedir disculpas por el mal momento que pasaste, no tenían derecho a tratarte mal y es cierto que son muy desatentos. Veni, te voy mostrar por donde podes ir y por donde no.
Me hizo un dibujito con una ramita en la tierra y me señaló el camino seguro
- Mira, hay muchos que se creen cualquier cosa y no saben andar. Pero el que sabe andar sabe que tiene que ir por la izquierda. Vos no te preocupes y no dejes de venir, si te dicen algo ignoralos siempre y cuando mantengas la derecha. Además sos linda y te vamos a perdonar cualquier cosa que hagas. Si yo me mando una me pinchan las ruedas, pero vos tenes permiso.
Gracias, Don Patriarcado, fue usted muy amable <3 p="">
Lo bueno de lo que te pasa, sin dudas, es que lo cuentes. No me considero LA SEÑORA DE LAS LETRAS, pero algo estudié, y tu don, además de ser hermosa tal como dijo ese señor, es ser sumamente gráfica. Todos podemos imaginarnos cada detalle de lo acontecido de acuerdo a tus descripciones y analogías y varios etcéteras.
ResponderEliminarEso por un lado.
Por otro lado, al leer la cofradía, clan, secta o whatever que crean que sean los ciclistas, me hiciste recordar muuucho al detalle que hace Sábato de los ciegos en Sobre Heroes y Tumbas. Disgusting. (nota: la protagonista de ese libro, lo dije y lo diré, es un calco tuyo).
Además, lo enternecedor de este fulano es altamente rescatable. Mi vieja - que no está muy adentro del sistema que digamos... - tiene una teoría sobre ese tipo de personas. Siempre dice que esos señores/as como los de tu relato, o esos que cuando el colectivero te dice que no va a donde vos querés ir, saltan y te dicen, "no, quedsate tranquila, pasa a una cuadra", o esas señoras que te avisan que estás arrastrando la bufanda, o los que te dan los 10 ctvs. que la bendita máquina del bondi no se digna tragar... en fin, todos esos que de alguna manera nos hacen ruborizar, pero en el mejor de los sentidos, con su amabilidad, son ángeles de la guarda circunstanciales. Dado mi exasperado ateísmo, no puedo más que reirme de ese tipo de afirmaciones. Pero qué gusto que haya gente que lo crea, no?
En fin Rous, si hay que quebrar un par de rodillas, o andás con ganas de algunas fracturas expuestas (ajenas) no tenés más que decirme. Compro mi bastón, y salimos a herir ciclistas caca y por qué no, kirchneristas.
Besos, Zorra.
Me encanta tu elogio. Se que no soy facil de entender ni de mantener la atencion de la gente por mi verborragia y mi emocion al contar las cosas, pero no escribo para ellos, sino de gente como vos que sabe apreciar mi necesidad de compartir.
ResponderEliminarTodavia tengo que leer ese libro. La petisa se lo compro y me dijo que iba a comprobar si era cierta tu comparacion de la protagonista conmigo y despues me lo pasaba.
Me alegra muchisimo que alguien mas alla notado lo que yo note ayer (y sobre todo alguien como Sabato). Pense que era una locura mia en un tiro, pero no.
Si, comparto con vos y tu madre esa teoria de las personas-angeles. No en un sentido esoterico, sino en la analogia. No hay sentimiento que aprecie mas que el de la empatia.
Dejo la anarquia para tiempos mas dificiles, por el momento me conformo con practicar un deporte que me permita violencia gratuita e impune :D
Te quiero mucho, y lo sabes