Un flash informativo más.

El día de hoy vuelvo a ser parte de el amplio grupo de habitantes de la Argentina víctimas de la delincuencia.

Puedo decir que perdí solo $50, ya que me arrebataron fue un Nokia 1100. Ni la billetera, ni los patines ni nada de verdadero valor monetario.

Pero mas allá de todo esto, ese celular tenía un valor sentimental muy grande para mi. Su contenido era la representación de grandes felicidades así como también pequeñas ideas que mi activa imaginación me exigían ser anotadas cuando no había papel y lápiz o luz para hacerlo.También me robaron dejándome una sensación de desprotección y vulnerabilidad que realmente no necesito. Esas son cosas que no puedo denunciar formalmente ni reclamar.

Me sentí muy triste a la media hora cuando llamé y me atendía el contestador. Mis recuerdos valieron para esta gente $20 en una plaza, plata con la que seguramente compraran unos tubitos de Poxirran que las va a matar lentamente y que van a ayudar a causar mas víctimas, o en un Todo Moda donde van a sentir una falsa sensación de satisfacción material condenándose de por vida a ser gente de escasa dignidad.

Esta es mi descarga.

Pero mi reflexión es la siguiente:

Es muy extraña como funciona la mente humana. A veces tenemos visiones de la vida, opiniones, posturas que son únicamente teóricas. En la práctica no tienen nada que ver.
Estas 3 chiquitas de 15 años cometieron un acto de vandalismo injustificado.
No es que justifique robar por comer, pero al menos dejan en evidencia el instinto de supervivencia. Lo que hicieron hoy fue un mero hecho de maldad.

Aún y así, contra todo lo que siempre pensé, lo que sentí fue lástima y tristeza por ellas.
Yo me voy a sentir desgraciada por unos días más seguramente, pero no puedo evitar saber y entender que estas nenas cometen esta clase de acciones por un triste pasado y presente de abandono y desatención, y un futuro que ellas ignoran lo terrible que va a ser. Y a diferencia de otras veces, no me consuela.

Hoy deberían haber estado haciendo un deporte, la tarea, o riéndose entre ellas en una plaza.
Pero sin embargo están riéndose ahora por su pequeña victoria delictiva, que sin saberlo están un paso mas cerca a encontrarse con alguien un poco mas loco que yo que las mate a golpes, matar a alguien y ya no poder salir, o tener mayores necesidades mas adelante que las obligue a hacer otras cosas con las que van a cargar toda su vida.

Cuando miré hacia la zona donde sucedió, no había UN SOLO policía. Cuando entre llantos encuentro a uno, lo encuentro mirando el celular. Siempre me quejo contra eso y la gente me dice que soy una rompebolas, pero finalmente sucedió lo que vengo hace años diciendo que tenía miedo que suceda. Porque si un civil pudo registrar el hurto, y no solo eso, sino que vió exactamente lo que era el objeto sustraído, un hombre entrenado y ATENTO debería haberlo visto también. Pero no solo que no había ninguno sino que el único cercano estaba boludeando.
De todas formas fué muy amable, me acompañó a recorrer la Estación y toda la manzana mirando cada tacho de basura (para ver si lo habían descartado). En un momento revisamos los baños de mujeres. Dos chicas se dieron vuelta a mirarme, y se las señalé. Vuelvo a entrar y cuando salgo las estaba interrogando.
En el trayecto lo comentó con un par de policías. Para cuando me estaba yendo la zona estaba rodeada de uniformados.... Me pregunto ¿Para qué? ¿Para avisarles a los delincuentes que se vayan o para cubrirse el culo de que hacía 5 minutos no había nadie?

En la comisaría el policía que hacia guardia en la puerta me dijo que sin el comprobante del titular del aparato no me iban a tomarla denuncia. Sin saber si es cierto o no, llamo a mi papá, quien llama a su abogado y le dice que no es cierto.
Lo que si es cierto, es que no les conviene que las estadísticas de robos y hurtos dejen en evidencia su inoperabilidad en una de las zonas mas delictivas de Buenos Aires, por eso ese tipo evitó tomarmela denuncia.
Se acerca mi viejo con un amigo suyo a la comisaría y entra embaladísimo arremetiéndose contra el oficial a cargo de la Comisaría N°16.
El chico (vamos, era un pendejo a cargo)se mostraba incómodo con el hecho de que yo quería dejar asentado que alguien de su comisaría me mal informó de esa forma. Le pregunté si no podían ver en la cámara de la puerta quien había sido el agente, pero me explicó que hacía años que no funcionaban, y que era motivo para que lo despidieran.

Entonces al fin y al cabo, la policía es tan culpable como estas chicas. No son ellos los que cometen el delito, pero son ellos los que les exigen parte del botín, o lo que es mucho peor que les paguen en "especias".

Hay un punto donde los criminales son empleados de los policías. Mi papá dice que hay que tratar el tema de raíz en el gobierno (viejo zurdo el tipo), pero el día de hoy llegué a pensar que si habría un milico yo no hubiese sido ultrajada.
No tengo una opinión formada al respecto todavía, pero la policía no alcanza, eso de seguro.

En fin. Me perdí mi patinada, lloré mucho, me indigné y espero que en algún momento estas chicas y toda la gente como ellas escarmienten y dejen de ser manipuladas o al menos dejen de tener tanto resentimiento contra la sociedad para que a nadie le vuelva a tocar un mal rato como me tocó a mi.