Hay muchas situaciones donde nos toca actuar distinto a lo que sentimos.
Sacrificamos lo que quisieramos por lo que debemos.
Supuestamente, según la psicología freudiana, hay tres componentes en nuestro aparato psíquico
El Ello: inconsciente, que es la expresión psíquica de las pulsiones y deseos que tiene conflictos contantes con el Yo y el Superyó
El Yo: mediadora entre el Ello y el Superyó. Esta parte esta encargada de desarrollar mecanismos que permitan obtener el mayor placer posible, dentro de los marcos que la realidad permita.
Superyó: es la instancia moral, enjuiciadora de la actividad del yo
Básicamente lo que a mi me pasó es que mi Ello dominó, dejé durmiendo a mi Superyó, el ignoré a mi Yo.
Me dejé llevar por instantes de satisfacción personal alejándome de la realidad y de lo que en verdad significaba mantenerme feliz por no poder juzgar a tiempo mis acciones.
Hoy no voy a dejar que esto permita. En la búsqueda de una satisfacción más prolongada elijo una angustia sin placebos, aunque duela, quiero por una vez en la vida hacer lo que corresponde y no lo que deseo, eso ya lo hice mucho y no me llevó a ninguna parte.
Hoy de nuevo soñé, hoy de nuevo desperté con la tortura de saber que el peor de mis sueños era realidad. Mediante imágenes oníricas me autorreprocho mis errores, para después despertarme y saber que son la consecuencia de ese nudo en la garganta.
Ni aún dormida puedo dejar de pensar, y me atacan las ganas de salir corriendo a hundirme en su pecho.
Me digo todo el tiempo que está bien. Que de una forma o la otra siempre caigo parada. De hecho se que es cierto, pero me cuesta mucho admitir que por más que yo logre encarrilar mi vida, puede que sea demasiado tarde para otras cosas.
Tengo mucha nostalgia y no puedo evitar imaginarme que bien que que estaría hoy de haber podido ver en su momento todo lo que veo ahora.
Se que es sumamente rescatable que tarde o temprano lo haga, pero mi mamá siempre dice "por el camino de mañana se llega a la casa de nunca".
Quisiera tener la tranquilidad de que no estoy a contrarreloj. Cada minuto que pasa, sé que puede estar paso más lejos mio.
Quisiera saber que mi dolor no es en vano.
Quisiera tantas cosas.
Pero lo primero que quiero es mostrarme a mi misma que hoy soy mejor que lo que fui ayer.
Estoy muy aturdida, pero no derrotada.
hermosa..
ResponderEliminarpuede sonar obvio, pero uno no cambia a menos que quiera.
ResponderEliminarsi se puede cambiar, sabes que soy la prueba viviente de eso, en muchos aspectos, hoy puedo decir que los cambios fueron positivos y lindos.
ResponderEliminarno se cual es la clave, pero se que cuando cambias, no te das cuenta hasta que miras para atrás y ves todo diferente.
Claro que las ganas estan, claro que el compromiso está.... Claro que lo estoy logrando también...
ResponderEliminarEso no quita que ya sea demasiado tarde
"Conmover" siempre me parecio una palabra entre estúpida y cursi. Vos con esto, me conmoviste. Me imaginé de repente en tu situación (que no se por què me suena familiar) y me sentí muy angustiada, dolorida... Pero a la vez me gustó mucho leer eso de tu parte.
ResponderEliminarY respecto a proponerse el cambio... no sé eh. Yo me he propuesto cambiar y lo hice, otras veces me salio mal... pero simplemente hay veces que me encontré mutando sin siquiera habérmelo propuesto. Creo firmemente que esos cambios que te toman por sorpresa con la esencia misma de que uno evoluciona. Estás creciendo. Y es verdad que se crece a los golpes.
No siempre tiene que ser asì, pero es una constancia en mi vida. Cambio con dolor.
ResponderEliminarMi cambio no es por comodidad, es por necesidad. Aunque no quisiera hacerlo me veo forzada porque mi vida ya no me sirve asì.